MAMÁ ¿QUÉ ES LA DEMOCRACIA?

Supongo que esta pregunta la habrán hecho muchos niños. Los niños lo preguntan todo. Quizá también la hice yo en mi día. Me imagino que a mis padres, que vivieron la Transición, les generaría un torbellino de emociones explicarle a su renacuajo lo que significaba la tan ansiada DEMOCRACIA, y como nosotros (al fin), vivíamos en una. Hijos de la Transición y padres de mi generación, que creyeron estar viviendo un momento histórico cuando la palmó el tío ese de la voz de soplillo. Por fin se abría un claro entre las nubes.

Huerto urbano en el barrio de Vallcarca
Tiene que ser muy duro para ellos el tener que encontrarse con los mismos fantasmas del pasado, y asumir que la libertad por la que lucharon entonces, ahora es solo una prisión con los barrotes más finos y brillantes. Que la libertad de expresión, de reunión, el derecho a un sueldo y unas condiciones laborales dignas, a una vivienda, a la asistencia médica y a la educación, a ser iguales ante la ley, y en definitiva, el derecho a vivir en una sociedad más o menos libre y justa, se nos resquebraja entre las manos, como una figurita delicada que no hemos sabido cuidar.

Quizá por esto son estos padres y madres (y abuelos también), que ahora tienen perfiles en redes sociales, que se ponen camisetas reivindicativas, que van a todas las manis, y que se discuten con quién haga falta, los que lideran en gran medida la protesta, la crítica y la movilización ante este sistema caduco, obtuso y podrido. Puede que sea porque miran a sus hijos ya creciditos y malpiensen que no hicieron lo suficiente en su día. A mí no se me ocurriría echarles nada en cara.

Creo que hay mucho que aprender de esas generaciones, pero también hay que exorcizar todos esos fantasmas, abrir ventanas y ventilar el olor a rancio de tanto pasado que al fin y al cabo, pasado está. Deberíamos hacernos nosotros responsables de nuestra defensa de los derechos y deberes ciudadanos, y esa es la lucha del Ahora y no la del Antes. Por mucho que la Historia siempre tenga un peso, y en ella estén los orígenes de los conflictos actuales, que sano sería coger una distancia prudencial con cualquier conde-duque, 1714, guerra civil o fascismo que nos pueda venir a la cabeza. Hay que agradecer siempre el esfuerzo de los que intentaron hacer un mundo mejor antes que nosotros, coger el relevo, y ponerse a caminar.


Yo por mi parte, había dado por supuestos una serie de mínimos, cosas de la sociedad del bienestar supongo, y quizá estaba engañado. Ahora, que tengo la edad de mis padres por aquellos setenta, y trato con generaciones más jóvenes que la mía, me planteó la duda de que respondería si me viniera un niño preguntándome “¿qué es la democracia?”... ¿Le diría que España es una democracia? ¿Que lo es Europa?

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